En MTP consideramos la accesibilidad web como una parte muy importante, y totalmente necesaria, del objetivo genérico de facilitar una experiencia de usuario (UX) satisfactoria. Entendemos la accesibilidad web como las condiciones que ofrece un sitio web o aplicación móvil, para que cualquier persona, independientemente de sus condiciones, pueda acceder a sus contenidos y funcionalidades.
Esa accesibilidad se consigue trabajando desde el diseño inicial hasta la puesta en producción de un sitio web o aplicación. MTP, a través de su departamento de UX, puede ayudar a conseguir que, cuando se parte de cero, ese diseño inicial responda a todas las normativas de obligado cumplimiento y a los estándares que recogen las pautas de accesibilidad. Además, MTP es experta en auditorías web y app para comprobar si se cumplen los criterios de la EN 301549 V3.2.1 y en caso de no cumplirse, establecer cómo corregirlo.
En este post, vamos a enumerar algunos ejemplos de acciones que pueden mejorar y asegurar la accesibilidad web, respaldadas por los estándares y mejores prácticas en la materia, desde una perspectiva de diseño y usabilidad.
– Conocer e implementar las WCAG: La primera recomendación o ejemplo que se debe seguir es tener un conocimiento claro de las principales directrices de accesibilidad para contenidos web. Las WCAG, desarrolladas por el World Wide Web Consortium, con el estándar de referencia que ofrece, por ejemplo, una serie de pautas que facilitan alternativas textuales para imágenes (para personas con discapacidad visual), estructuras de contenido lógicas con encabezados jerárquicos y, en definitiva, todo aquello que facilita la navegación y la usabilidad.
– El diseño adaptativo o ‘responsive’ es otro de los ejemplos de accesibilidad web que la facilitan, ya que a través de esta modalidad de diseño se facilita la adaptación visual de los contenidos a los diferentes formatos de pantalla de los dispositivos.
– El contraste y la legibilidad, que se consiguen con combinaciones de colores adecuadas que facilitan la lectura de textos sobre fondos, es esencial para personas con dificultades de lectura o discapacidad visual. Con estos estándares se extiende la gama de usuarios que pueden acceder a los contenidos.
– Para asegurar la accesibilidad también se emplean las etiquetas descriptivas en enlaces o elementos interactivos, que permiten identificar esos puntos en los que la navegación puede tener nuevas opciones de pase a otra página, despliegues, etc. Una etiqueta que indique, por ejemplo, “haz clic aquí” mejora la comprensión y la interacción especialmente a personas que utilizan lectores de pantalla.
– Los vídeos y archivos multimedia, formatos tan habituales en el día a día de los medios digitales, deben incluir subtítulos y transcripciones, que faciliten la accesibilidad a los contenidos para personas con discapacidades auditivas, por ejemplo.
– Diseño de formularios intuitivos, que a través de su claridad e instrucciones y ayudas complementarias permitan que todos los puedan cumplimentar.
– Las tecnologías que facilitan asistencia como lectores de pantalla o teclados alternativos deben ser considerados a la hora de realizar todo tipo de pruebas, para verificar la funcionalidad y que la accesibilidad es efectiva.
– Facilitar la personalización de la interfaz es otro ejemplo de accesibilidad web útil, ya que permite a los usuarios adaptar a su gusto, a través de las diferentes opciones de configuración, la presentación de contenidos por parte de la web o aplicación.
– En la fase de desarrollo y pruebas, como en todo planteamiento de aseguramiento de la UX, debe contarse con la interacción de los usuarios que son los destinatarios del producto o servicio, para que, con estas pruebas previas, se puedan detectar y corregir errores tempranos.
Esta relación de acciones constituye un ejemplo de accesibilidad web básica, que puede enriquecerse con la inclusión de otros estándares y prácticas más concretas, sobre las que el área de accesibilidad de MTP puede estudiar para cada caso concreto.