Después de una pandemia y varias vacunas, estamos terminando el periodo de preparación para una prueba de la exigencia de un ‘Ironman’. Empiezan las dudas, los nervios, pensamientos de si la preparación ha sido la adecuada… Han sido muchos meses de preparación tanto física como psíquica para afrontar esta prueba. Muchas horas de entrenamientos, de frío, calor, vientos, madrugones, horas de gimnasio, tardes que apetece sofá y había que salir a correr, bici o nadar, un sacrificio que solo los que hacen este tipo de deportes saben lo que es.
Llegamos con muchas ganas y la ilusión de terminar una de las pruebas más bonitas y, a la vez, más duras para el cuerpo humano: un triatlón de larga distancia (Ironman), concretamente el Campeonato de Europa de la especialidad, que se celebrará en la ciudad alemana de Fráncfort el día 26 de junio.
Un Ironman consiste en recorrer en el menor tiempo posible las distancias de los tres segmentos en que se divide la prueba: 3,8 km de natación para, seguidamente, subirte a la bici y rodar 180 km; y cuando terminas esos kilómetros te atas las zapatillas y a correr la distancia mítica de la maratón (42 km).
Hemos preparado un viaje que va a ser muy especial, personal y deportivamente hablando. Hace tres años que hicimos la primera inscripción para esta prueba, y por las causas de fuerza mayor de todos conocidas, la tuvimos que ir aplazando.
Este año, tenemos el siguiente plan. Salimos para Fráncfort el 20 de junio desde Almería en autocaravana. Nos separan casi 2.200 km de carreteras, de risas, de fatiga, de alegrías, aunque siempre con las ganas de pasarlo bien. Nos acompañan el mejor equipo de supporters del mundo: Belén Uroz (mujer de Juan Luis) y Carlitos Baeza (sobrino de Emilio) que será el mejor comunity manager de todo el campeonato.
Miles y miles de kilómetros de preparación
Os ofrecemos a continuación algunos números que resumen la preparación para el Ironman en los últimos seis meses (de enero a junio):
– Emilio ha totalizado 245 horas de entrenamiento repartiendo 95 km de natación, casi tres mil km en bicicleta, 700 km de carrera y 35 sesiones de trabajo específico de la fuerza. Muy importante el trabajo de fuerza en todo tipo de deportes, evitando las temidas lesiones. Él es consciente de que le falta bici, y solo quiere terminar la prueba; bajando de las doce horas y media estaría más que satisfecho.
Por último queremos agradecer a MTP toda la ayuda que nos han brindado para esta aventura desde el minuto uno, especialmente al Departamento de Marketing, particularmente a Jorge Maceiras y a todos los compañeros que han seguido la preparación casi a diario…. ¡¡¡Gracias!!!
Emilio Baeza
QA Manager MTP en cliente Cajamar