El agile testing se podría definir, en una primera y básica aproximación, como el método de pruebas de software que incorpora en su proceso los principios del desarrollo ágil, que se basa, principalmente, en la colaboración entre todos los miembros del equipo, la entrega ordenada y continua de funcionalidades y la adaptabilidad a los cambios. Todo ello asegura una calidad óptima del producto digital, ya que se facilita la detección y corrección temprana de posibles defectos en todas las fases del ciclo de vida del desarrollo.
Agilidad, eficiencia y reducción de tiempos de comercialización y costes son algunas de las ventajas del agile testing y, en general, de las metodologías que dan respuesta a las necesidades de un sector tan dinámico.
Por la parte de los clientes, aumenta su satisfacción al poder disfrutar de productos y servicios digitales con mayor calidad y confiabilidad. En el lado de la organización interna de la empresa, además de la mejora de productividad que propicia, se fomenta la colaboración y comunicación entre los diferentes miembros y equipos de la empresa, que se retroalimentan e involucran más en el proceso y resultado final.
Metodología agile en pruebas de software
Por todos estos motivos, MTP incorpora las metodologías ágiles en su trabajo de aseguramiento de negocios digitales, especialmente en lo relativo a la calidad de software (QA) y todas las pruebas que conlleva.
El agile testing surgió a finales del siglo XX, como un paso más de avance en busca de la eficiencia sobre las metodologías tradicionales de pruebas. En 2001, el Manifiesto Ágil ya establecía principios fundamentales para el desarrollo ágil, que se aplican también al agile testing.
La metodología del agile testing, aplicable a cualquier desarrollo de productos digitales, encaja especialmente bien con proyectos que avanzan con metodologías como Scrum o Kanban. Más recientemente ha llegado a otros campos como el desarrollo de aplicaciones para móviles, la realidad virtual y aumentada y las numerosas aplicaciones de la tecnología de la inteligencia artificial.
El agile testing implica una serie de herramientas y prácticas para la ejecución de las pruebas. Algunas de estas prácticas son el empleo de frameworks de automatización, técnicas exploratorias y heurísticas, diseño de casos de prueba basados en escenarios, las pruebas de regresión y la aplicación de métricas e indicadores de calidad.
Planificación ágil: Certificación y estrategias efectivas
La implementación del proceso que denominamos agile testing, o pruebas ágiles, requieren planificación con una serie de pasos, que se pueden resumir en los siguientes:
– Definición de alcance y objetivos.
– Configuración de un plan de pruebas, que contemple las propias actividades de testeo, las herramientas, el papel de cada uno de los miembros del equipo, los plazos, y, finalmente, los documentos entregables.
– Ejecución de las pruebas, con apoyo de la automatización para garantizar la agilidad y la confiabilidad de las pruebas, reduciendo riesgos de errores humanos.
– Evaluación de resultados de pruebas, mediante los indicadores de calidad y rendimiento, y compartición de dichos resultados con todos los miembros del equipo.
– Optimización y mejora, gracias al aprendizaje continuo.
Como hemos indicado, la automatización es clave para ayudar a conseguir los mejores resultados y una mayor eficiencia en los equipos de desarrollo y pruebas. Con las herramientas adecuadas, la correcta definición y ejecución de los scripts y la interpretación y evaluación de resultados, se consigue esa mayor eficiencia y seguridad.
Para los profesionales del agile testing, contar con una certificación oficial es un plus a la hora de desarrollar su carrera en el sector. MTP ofrece formación específica, con cursos y talleres, tanto para metodologías ágiles como para testing.
Algunas de las certificaciones más reconocidas con la CAT (Certified Agile Tester), la CATP (Certified Agile Test Professional) que otorga ISTQB, y la CATE (Certified Agile Test Engineer).