El último viernes de noviembre (y el lunes siguiente, con el ‘Cyber Monday’) es la fecha señalada para este gran día del comercio. El ‘Black Friday’, popularizado sobre todo desde Estados Unidos (es el primer día laborable tras su tradicional fiesta de ‘Acción de Gracias’), se viene convirtiendo año a año en la gran oportunidad para que el sector del comercio incremente sus ventas a través de ofertas y promociones.
Comienzan unas semanas de compras que culminarán con la celebración de la Navidad. En España, se apunta la cifra de más de 13 millones de personas que tienen pensado realizar compras en estas fechas, con gastos medios que rondan los 130 euros por persona.
Dentro de la actividad comercial, la que se realiza a través de Internet también va creciendo año a año. Un estudio de la consultora Deloitte, hay una previsión de incremento del 35% de las compras online para 2021. Como se puede ver por las cifras, las expectativas de ventas constituyen un incentivo al que cada comercio debe responder con buenas ofertas y buenas experiencias de compra.
Dejando de lado el aspecto puramente comercial y de marketing (buenos productos, precios atractivos y otros factores), la experiencia de compra debe ser tenida muy en cuenta, especialmente en el comercio online. Que una determinada aplicación sea atractiva en su diseño para cualquier tipo de dispositivo, sencilla de usar y, sobre todo, segura, puede condicionar el éxito. La mejor oferta de un sensacional producto puede quedar arruinada si la web o aplicación no la exponen de forma visible o si se producen incidencias en el proceso de compra.
Aseguramiento integral para el ‘e-commerce’
Para el correcto funcionamiento de los ‘e-commerce’, MTP ofrece el aseguramiento integral de las aplicaciones (Digital Business Assurance), que incluye la calidad de software (QA), la experiencia de usuario (UX) y la ciberseguridad, entre otros aspectos, desarrollado con metodologías DevOps que abarcan desde la fase inicial de diseño y desarrollo hasta la puesta en funcionamiento.
Dentro del aseguramiento integral, la base de partida está en la constatación de que el software que sirve de base para el funcionamiento de una aplicación, en este caso de comercio electrónico, cuenta con la calidad necesaria. Para una buena calidad de software son vitales las pruebas de rendimiento del software.
Estas pruebas de rendimiento que realiza MTP tienen como finalidad la comprobación y optimización del software desde el punto de vista de la eficacia de las aplicaciones. Se trata de detectar posibles errores y corregirlos para evitar problemas derivados del rendimiento de las aplicaciones. Entre otros aspectos, se realizan pruebas de carga y de capacidad, para comprobar los límites del sistema y si este es capaz de asumir la carga de trabajo esperada, con tiempos de respuesta aceptables y consumo óptimo de recursos; pruebas de estabilidad, para garantizar el correcto funcionamiento de la aplicación durante un periodo prolongado de tiempo; pruebas de estrés o picos, para analizar el comportamiento ante sobrecargas o aumentos bruscos en la carga de trabajo; pruebas de aislamiento, para comprobar cada uno de los elementos de arquitecturas complejas; y pruebas de regresión, que comparan el rendimiento actual de una aplicación con el que tenía antes de una implantación.
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