Optimizando la calidad del software con ISO 9001 y 25000
18 abril, 2024
El cumplimiento de las normas ISO puede ser un buen indicador para medir la calidad del software y, al mismo tiempo, una herramienta para su optimización. En este post, vamos a recordar tres normas ISO que consideramos importantes para la gestión en el ámbito de la calidad de software: ISO 9001, 9126 y 25000.
Tabla de contenidos
Resumen
Recordamos en este post la importancia de las normas ISO 9001 y 25000 como instrumentos para medir y optimizar la calidad del software.
A la hora de hablar del atributo de calidad de un producto o servicio, prácticamente hay unanimidad a la hora de considerar que debe ser medido de forma objetiva, con datos numéricos o indicadores que avalen las percepciones subjetivas sobre ese producto o servicio. Este dato cuantitativo dará pie, además, a introducir áreas de mejora.
En primer lugar, cabe destacar que las normas ISO aportan un reconocimiento a nivel mundial, al ser estándares que recogen no solo el aspecto técnico sino también la experiencia global de prácticas de éxito a través de los años.
Con el cumplimiento de los estándares de las normas ISO, se consigue mayor eficiencia operativa interna, optimizando procesos, reduciendo costes, y buscando, en el diseño y desarrollo de productos y servicios, una respuesta eficaz a las necesidades de los clientes.
Cumplir con las normas ISO, por otra parte, también muestra el compromiso por la búsqueda de la excelencia en los productos y servicios, elemento diferenciador y base para el éxito empresarial.
Claves para entender la ISO 9001 en el desarrollo de software
La norma ISO 9001 —en la que MTP está certificada— es la que podemos considerar más general, aunque de muy conveniente aplicación en el sector de la calidad del software. Esta norma, cuyo acreditado cumplimiento puede servir a una empresa para acceder a nuevos mercados, es un estándar internacional que fija requisitos para un sistema de gestión de calidad (SGC).
La ISO 9001 establece principios de gestión de calidad muy enfocados en el cliente, que incluyen a la dirección de la empresa y sus procesos de gestión. En este sentido, cabe destacar el aspecto de la mejora continua para asegurar esa excelencia en los productos y servicios que dé satisfacción a las demandas de los clientes, lo que redundará en beneficios comerciales para la empresa.
En el caso de los desarrollos de software, activo estratégico en la era digital en la que nos encontramos, las normas ISO tienen relevancia ya que suponen un refuerzo para las estrategias empresariales que se basan en la innovación como palanca de crecimiento. Se sitúa con ellas el atributo de la calidad como pilar importante para el rendimiento y la sostenibilidad de la empresa; en definitiva, una inversión para el futuro.
Para la obtención de la certificación ISO 9001, que se consigue a través de un organismo acreditado tras un proceso de auditoría y evaluación de los procesos de la organización. La certificación no será permanente, sino que exigirá revisiones periódicas.
Previamente, esta organización (empresa, administración, etc.) debe realizar una labor de documentación de sus procesos, así como el establecimiento de unos objetivos de calidad y la asignación de responsabilidades para la implementación de la gestión de calidad.
En el proceso, se incluye una autoevaluación para determinar los procesos y las áreas de mejora en aquellos puntos que se consideren como posibles brechas, tanto en procesos o capacitación del personal.
Cómo las métricas de la ISO 9126 Impulsan la calidad del software
La norma ISO 9126 (sustituida por la serie de normas ISO/IEC 25000 de las que hablaremos más adelante) es un conjunto de estándares internacionales que fijan criterios y directrices para evaluar la calidad del software, y abarcan desde el cumplimiento de los requisitos de diseño y funcionamiento hasta la usabilidad por parte de los clientes, además de considerar el aspecto de la mejora continua. En concreto, las características que se evalúan son la funcionalidad, la confiabilidad, la usabilidad, la eficiencia, la mantenibilidad y la portabilidad.
Implementando la ISO 25000 para maximizar la calidad y eficiencia
La norma ISO 25000 mantiene los mismos principios de la ISO 9126 a la hora de estandarizar la evaluación de la calidad del software y la mejora continua, pero representa un salto importante al ampliar con subcaracterísticas el marco que permite la evaluación profunda de un producto software. Entre ellas, estarían la analizabilidad y la cambiabilidad, que permiten la búsqueda de deficiencias y la mayor facilidad para introducción de modificaciones de mejora.
En el marco de la ISO 25000, el proceso de implementación incluye el análisis de la situación actual, la definición de objetivos, la planificación detallada, la ejecución de acciones y la monitorización para la mejora continua.
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